Y la historia contaba que ella tenía cinco y él seis años,
ellos cabalgaban sobre caballos de madera,
él vestía de negro y ella de blanco pero el siempre ganaba las peleas..
Él jugaba a dispararle, ella caía al suelo
y escuchaba ese horrible sonido, él le había disparado..
Las estaciones fueron pasando, transcurrió el tiempo
ella creció y lo llamo suyo,
él siempre reía y le decía
recuerdas cuando solíamos jugar juntos..
Y esta vez ella disparó, él cayo al suelo
y escucho aquel horrible sonido, ya no era un juego más,
ella le había disparado..
La música sonaba y la gente cantaba sólo para ella,
la campana de la iglesia sonaba..
Ahora él se había ido y ella no sabía por que
y hasta este día a veces ella suele llorar,
él nunca se pudo despedir
no tuvo tiempo ni para mentir una vez más.
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