Historia
(II)
Mantuve la mirada largo tiempo encendida
En el espejo sereno de las olas. En el espejo, la hondura inescrutable,
La invitación perversa, turbadora: imaginación que reposa inquieta, tierna, segura,
Sobre el dorso de las olas. Sobre las olas sueños como flores malvas descienden;
Hermosos cuerpos como rosas que escapan a rosedales privados.
No puedo retener una sola de ellas. Ninguna. Nada es mío, ahora.
La arena en la mano sería una metáfora clara del tiempo. Prefiero hablar de pétalos.
Y de manos que se deslizan como olas sobre la mano.
Prefiero hablar de despedidas y reencuentros, del cambiante curso de la marea:
Prefiero hablar de huidas y llegadas.
El instinto de la memoria de julio del valle.
p.p.t.
y dices que soy el cielo, que tu eres el mar,
yo solo quisiera ser ese momento, ese..
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